lunes, 12 de agosto de 2013

EL ARTISTA COMO HISTORIADOR

Con la deliberada intención de utilizar un lenguaje que desde la crítica del arte podríamos considerar como posmoderno, en las últimas décadas algunos artistas han optado por estrategias de apropiación del pasado y de sus formas de representación en archivos y otras fuentes historiográficas. De ahí que desde finales de la década de los setenta, la investigación histórica ha aparecido como fundamental en el desarrollo de ciertos proyectos artísticos contemporáneos. El uso de imágenes, videos, documentos e incluso de objetos, no responde solamente a un interés nostálgico o estético, sino a la adopción cuasi alegórica de la distancia histórica como leit motiv de la práctica artística. Esto sería a manera de resumen muy apresurado, lo que se ha dado en conocer como “impulso de archivo” o giro histórico del arte.

En su célebre artículo “The artist as Historian” (October, No. 120. Primavera: 2007), el crítico e historiador del arte Mark Godfrey, distingue las siguientes prácticas artísticas dentro de esta tendencia en el arte contemporáneo:

1.      Películas evocadoras que representan locaciones tocadas por eventos del pasado, en particular, desgracias.
2.      Proyectos que despliegan fotografías y películas descubiertas a partir de la búsqueda directa en archivo.
3.      Obras en las que los artistas se aproximan a la historia a través de las contingencias de su propia biografía, incluyendo narrativas de su trabajo.
4.      Ficción sobre la historia, no como evasión de la representación histórica sino como una representación más adecuada de la experiencia histórica.

La consecuente sensación de obsolescencia y vacío generados por la desaparición de técnicas, soportes, procedimientos, etc.; y por ende, la extinción de sus lenguajes visuales y capacidades de comunicación, incrementan la sensación de inseguridad y vacío en nuestras sociedades globalizadas. En última instancia, la intención del arte a partir del giro histórico sería provocar en las audiencias contagiadas de angustia y premura, una reflexión crítica sobre el pasado.

Esta sensibilización del artista hacia la presencia fantasmal del pasado en nuestro presente ocurre paralelament a la celeridad con la que tienen lugar los cambios tecnológicos,  en particular el advenimiento, adopción y popularización de los recursos digitales en el video y la fotografía. Mark Godfrey nos advierte así de la paradoja intrínseca: por un lado, la cultura capitalista globalizada, amnésica en su búsqueda de nuevos mercados, productos y experiencias; y por el otro, el afán nostálgico que lleva a la producción de románticas y espectaculares representaciones del pasado.  


Kodak, de la artista británica Tacita Dean, documenta el cierre de la fábrica de material fotográfico en Chalon-sur-Saône (Francia). La elección del tema (el cierre de Kodak) y la grabación en formato en película de 16 mm hacen sentido como parte de la experiencia artística del pasado como archivo. El artista como historiador nos entrega  entonces un fragmento del pasado que, en última instancia, se suma a la construcción crítica y colectiva de la historia como representación y como arte. 

TACITA DEAN
Kodak, 2006
16mm color, sonido
60 minutos
Edición de 4
© Copyright 2013 Frith Street Gallery

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