miércoles, 12 de enero de 2011

32,000 MEXICANOS DIJERON: LA CULTURA EN CIFRAS

La “Encuesta nacional de hábitos, práctica y consumo culturales, 2010” fue hecha pública por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) en diciembre pasado. Ésta es la segunda de su tipo, ya que la primera encuesta nacional data del 2005. Para la edición actualizada se realizaron 32,000 entrevistas. Además de contar con los datos relacionados a la industria y bienes culturales como cine, danza, teatro, literatura, museos, etc., también se consideraron cuestiones relacionadas al patrimonio inmaterial, los valores y la percepción de la cultura.

Fuera de cualquier suspicacia en relación a la exactitud de las cifras, no podemos obviar que la encuesta nacional será un instrumento de gran importancia para el diseño e implementación de políticas culturales públicas, entiéndanse presupuestos, programas y evaluaciones. Para los profesionales de la cultura, la encuesta es un referente obligado para la mejor comprensión de los entornos institucionales y la relación de la oferta cultural con la sociedad, la competencia y los medios.

Para no extenderse demasiado, en esta entrada sólo haré referencia a algunas cifras relacionadas al patrimonio cultural material: zonas arqueológicas, museos, artes plásticas y artes visuales. Igualmente haré un par de reflexiones acerca de los rubros sobre el tiempo libre, la percepción de la cultura y las políticas culturales.

Considerando que el consumo cultural está estrechamente relacionado con la industria del ocio, me parece muy pertinente iniciar con unos cuantos datos sobre ese tema. A la pregunta: “En un día normal entre semana, ¿usted con qué frecuencia tiene tiempo libre?” el 42% de los encuestados respondió “casi nunca”, en tanto que el 19% afirmó categóricamente que “nunca” tiene tiempo libre. Por el contrario, 27% dijo que “casi siempre” o que “siempre” (10%) disfruta del ocio.

La encuesta establece que el mexicano emplea la mayor parte de ese tiempo libre en tres actividades que suman el 43% de las menciones siendo, por orden de preferencia: descansar, ver televisión y escuchar música. Si los mexicanos contaran con más tiempo libre, a la mayoría le gustaría emplearlo en “descansar, no hacer nada” (22%) o bien, en “hacer actividades físicas o deportivas” (15%). Considerando que una mayoría abrumadora de los encuestados (el 90%) gusta de ver televisión, me arriesgo a interpretar que la actividad de ocio favorita en este país sería no-hacer-nada-viendo-futbol-en-la-tele.

Pero no todo está perdido. El mexicano sí visita zonas arqueológicas, siendo Teotihuacan el sitio más concurrido según la encuesta. Hasta un 44% ha visitado alguna vez en su vida una pirámide, ruina (sic) o templo prehispánico. Este porcentaje se reduce cuando se les cuestiona si han asistido en los últimos 12 meses (ninguna con un 55% y una vez con el 31%) pero aún así, la cifra no es nada despreciable.

El 55% de la muestra ha asistido alguna vez a un museo, aunque sólo el 26% de ésta lo hizo en los últimos 12 meses. De los recintos museísticos el que recibe más menciones es el Museo Nacional de Antropología e Historia en la ciudad de México. En cuanto a las exposiciones de artes plásticas el 86% de los encuestados nunca han asistido a una muestra de este tipo.

En relación al por qué la gente visita museos y zonas arqueológicas, la razón más mencionada fue “por entretenimiento”, seguida muy cercanamente de “la tarea escolar”. También se enlistan motivaciones como: turismo, aprendizaje y recomendación de un familiar o amigo. Una vez más, notamos que el punto fuerte de la oferta cultural es la relación estratégica entre educación y entretenimiento.

En cuanto al por qué no se consume cultura, la falta de accesibilidad tuvo la abrumadora mayoría en la encuesta. Esto se desglosa como: falta de tiempo y dinero (22% entre quienes no visitan zonas arqueológicas y 18% para los que no asisten a museos), distancia excesiva (21% en cuanto a las zonas arqueológicas se refiere) o simplemente, desconocimiento (11% en el caso de los museos). Cabe mencionar que también la falta de interés tuvo un lugar preponderante sobre todo en la inasistencia a museos (18%) y a exposiciones de artes plásticas (27%). Preocupante, si pensamos que a la siguiente pregunta: “¿Le gustaría ir a alguna exposición de fotografía, de arte multimedia, escenografía, diseño gráfico, cómics, etc.?”, el 68% de los encuestados contestó que no, que no le gustaría. Nuevamente, el desconocimiento se hace patente.

La situación se pone más desesperanzadora cuando vemos las cifras en relación a la visita de sitios históricos como edificios o monumentos públicos: el 81% estuvo seguro de no haber visitado ningún monumento histórico en los últimos 12 meses. De éstos, al 23% no le interesaría asistir nunca a ninguno. Me pregunto si las personas que así lo afirmaron, realmente comprendían el concepto de “monumento histórico” cuando fueron encuestados.

Aún así, ante este panorama bastante gris rescato el siguiente dato: al cuestionamiento “¿Qué tan interesado está por lo que pasa en la cultura o en las actividades culturales?” las respuestas fueron: “Muy interesado” (13%), “Algo interesado” (34%), “Poco interesado” (34%) y “Nada interesado” (14%). Si sumamos aquéllos que manifiestan un interés por lo cultural, por mínimo que éste sea, obtendríamos hasta un 81% de público potencial.

Aquí hay un área de oportunidad muy importante para todos los promotores culturales e instituciones educativas, desde el sector público y el privado, últimos responsables de cerrar la brecha entre la oferta y el consumidor. Situación que es tanto un reto como una responsabilidad social.

Para conocer todos los datos a detalle, recomiendo la descarga del documento completo en PDF a través del link http://www.conaculta.gob.mx/encuesta_nacional.php. De igual manera, también sugiero la consulta del “Atlas de infraestructura y patrimonio cultural de México, 2010”, complemento indispensable de la encuesta. Éste se encuentra disponible en: http://sic.conaculta.gob.mx/atlas2010/atlas2010.pdf