lunes, 13 de junio de 2011

LA LECTURA IMPRÁCTICA

La diputada del PRD Edith Ruiz Mendicuti, quien preside la Comisión de Cultura de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, declaró la semana pasada al periódico El Universal, lo siguiente: “Cuando entré (a la Asamblea Legislativa) quería la comisión de Equidad y Género o la de Educación, porque me desenvuelvo más ahí que en Cultura. Sí leo, pero me gustan las cuestiones de política, no soy tan soñadora, no leo novelas y ese tipo de libros. Me gusta escribir y me fascina pintar y dibujar, pero pues me interesan otros temas".

No vaciló en añadir: “Yo leo cosas del narco y eso, porque uno tiene que saber de lo que pasa, lo demás... es que a mí no se me da, me han criticado mucho por eso, pero yo soy más... ¿cómo te explico?...práctica." Tan práctica queapenas el año pasado solicitó a la Secretaría de Educación Pública la prohibición del reggaetón y el “perreo” en los festivales escolares del DF.

Cabe mencionar que la diputada Ruiz Mendicuti recibe 409mil pesos mensuales por este puesto, además de los 100mil pesos al mes sólo por presidir la Comisión de Cultura.

Veo en este país a muchos funcionarios públicos orgullosos de lo que ignoran. Tomando decisiones a partir de sus propios gustos y fobias. El prejuicio hacia a lo "intelectual" o "culto" ha tergiversado su percepción de la cultura, derivándola no en un bien social, sino en un asunto de lucimiento personal y clientelismo.

El problema tal vez reside en que la lectura y las actividades culturales en general, no son consideradas como un valor, como algo positivo en nuestra sociedad. Son tildadas de inútiles, superficiales, improductivas…Comparemos sólo las cifras de lectura en otros países como España, donde el promedio por habitante es 9.6 ejemplares al año, en tanto que en México no superamos el libro y medio.

El que unas sociedades lean más que otras, depende de una compleja combinación de factores que involucra tanto el fomento institucional de la lectura como la aplicación de atinadas políticas culturales sobre la edición, distribución y costo del libro. Pero sobre todo, se relaciona con una responsabilidad social que involucra a políticos en la Comisión de Cultura y votantes en cada distrito. Es una cuestión de responsabilidad social compartida: porque la política es tan importante, que no sólo debería ser dejada en manos de los políticos.

IMAGEN: BRIAN DETTMER. New Universal, 2007. Libro alterado. 30 x 28 x 22.5 cm. 

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